Abro la puerta de mi pasado, remuevo las sensaciones de los momentos vividos, avivo los personajes de mis recuerdos y mi propia vida se avalanza sobre mi. Aparece ese rostro, esos ojos y esas caricias, que quitaron el disfraz a mis sentimientos. Me sentí deseada, ansiosa explornado mis rincones avidos de placer... Viven en mi mente como destellos de luz que iluminan cada escena, cada momento; sensaciones que se adueñaban de mi y de su voluntad... Aun así esas emociones perdidas de algún encuentro esporádico, quizá hasta fascinante, mágico... Grité de felicidad y de tristeza, me decepcioné, perdone, hice cosas por impulso, aprendí y viví, ame y fui amada.