Cuando la voz se quiebra en mi garganta, fluyen palabras fragiles diminutas, y de repente quieren ser versos como regalo para los sentidos e intentan ser poema como caricia para el corazón. Cuando mis letras vibran atrapadas en mi interior estallan como luces, ardientes se visten de anhelos y las entrego con el alma entre el sentir y el sabor de la pasión .
Tan breve y tan acertado, Hanna.
ResponderEliminarUn abrazo cósmico.
Si, solo una palabra que dice tanto!!!
ResponderEliminarGracias besote.
Que verdad, siempre hay que decirla!
ResponderEliminarBesos
Hay que decirla, nos hace bien!!
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