Tu presencia y mi quimera, diálogo de dioses, ensayos de piel, atrapados en las ansias saboreando la impaciencia néctar delicioso saciando la sed, y nos habla el cuerpo lujurioso lenguaje, tempestad incesante arrebatando los sentidos, y en un espacio de tiempo contorneo sereno, susurros de calma, bebiendo caricias, aquietando los latidos.