El tiempo se detuvo y se quedó solo sin amar... instantes no vividos despiadado su pasar, vacío insolente que transita entre las sombras de la soledad, momentos robados en la silenciosa espera, la ilusión se hace cansancio lastimando el alma sin piedad, mientras el reloj de la vida marca cada segundo, lacerando la piel y arrebatando la libertad.
Tu presencia y mi quimera, diálogo de dioses, ensayos de piel, atrapados en las ansias saboreando la impaciencia néctar delicioso saciando la sed, y nos habla el cuerpo lujurioso lenguaje, tempestad incesante arrebatando los sentidos, y en un espacio de tiempo contorneo sereno, susurros de calma, bebiendo caricias, aquietando los latidos.
Que la locura nos abrace, que nos desvista las ganas, que nos robe el aliento nos sacie la sed y nos bese apasionada, que nos haga reír y bailar que nos eleve al cielo y nos haga escribir versos para poder volar.
Foto de mi autoría El crepúsculo bello y sereno se pinta de sueños e ilusiones, pinceladas rosas y naranjas se apoderan del lugar y del tiempo, y en una fiesta de colores se tiñen las miradas, y de a poco el ocaso anuncia su llegada. Se liberan las almas, se visten de fuego, y con magia y misterio se repite el hechizo de luces en el cielo.
Llego a vos cada noche en el trazo de tu desvelo, deslizándome entre la sombra despacio, sutil, descubriéndome impaciente, sedienta, inquieta bajo la oscuridad y la calma que agita mi piel. Y se desata el embrujo antes del amanecer.
Busco en mi memoria ese instante de suspiros, de caricias, ese aroma de la piel que guarde. Busco en mis recuerdos la melodía de las palabras exquisitas, el calor del abrazo que fue mi refugio. Busco el sabor del encanto, la fragancia de la seducción y el frenesí de los momentos vividos. Busco esa sensación indomable de embeleso, de gozo, de delirio, donde dejaste latente tu existencia. Busco en la distancia y en los sentidos, y me pierdo en desvaríos y ensueños, emociones que aprietan el pecho y aceleran los latidos.