ME DOY PERMISO

Para no ser la única que da calor humano, no estar siempre dispuesta al diálogo y no tener siempre que resolver, no agotarme tratando ser excelente, no cargar con las penas ajenas, poner límites y barreras, no angustiarme esperando un gesto o una palabra amable; me permito no ser tan correcta como se espera, no esforzarme por complacer a nadie, hacer desaparecer algunos miedos y experimentar sensaciones nuevas. Me permito saborear las cosas lindas de la vida y tratar de ser feliz, y llorar en la tristeza sin mostrar toda mi fuerza; ser auténtica y sentirme bien conmigo misma, dejar fluir, volar y soñar, me doy permiso para abrazar y besar.